Fijándome sin mirar en lo que alrededor acontecía
La tarde se me hizo eterna, te hiciste esperar
Y muy corta hasta que te despediste.
Tanto te quería contar, que apenas te deje hablar
Y me fui de aquel lugar apenado y triste
Con un sabor agridulce que me hizo recordar
Cuando los jóvenes se miran y no quieren despedirse.
Cruce calles sin mirar, olvidé mi cabeza
Pues dos horas más tarde, quería recordar
Los detalles de aquel bar, y la terraza de la calle
Donde a gusto pude estar y tuve ganas de besarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario