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domingo, 21 de noviembre de 2010

Una Tabla de Esperanza

A veces la vida se parece a un naufragio, en él tus huesos acaban vagando en la inmensidad del oceano y sin esperanzas de ser rescatado, en el cual, con el paso del tiempo y el continuo golpear del oleaje, no hace si no, minar, y de que manera, el instinto de supervivencia y la valiosisima autoestima. Un estado en el que el agotamiento y la tristeza te pueden llevar a un profundo y sistemático proceso de destrucción, pero... cuando estás a punto de dejar de luchar y convertirte en el canapé de los peces, cuando... en el que piensas que será tu último golpe de mar, el oleaje te regala envuelto con su espuma una tabla de esperanza que te saca a flote y a la que poder agarrar con fuerza... beata no soy, pero eso... si es un milagro.
Rosa Fores Cubertorer

El Tercer Sueño

...Y si un día mi mar amaneciera
con una nueva isla en su regazo,
una isla nacida
del oculto lugar donde los dioses
reposan su pretérito esplendor,
la quietud implacable de su olvido...
Y si fuera una isla nacida en alborozo,
de benigno perfil y tierno territorio,
de playas como lámparas votivas,
titánicos volcanes,
valles ensimismados,
anchos lagos sin fondo,
y en sus selvas atónitas crecieras
el rojo flamboyán, el Jacaranda azul,
la umbría de las ceibas, la lujuria
sutil de las orquídeas,
y se oyera un murmullo polícromo de pájaros
arropando en sus vuelos
el libérrimo canto del quetzal...
Y si esa extraña isla decidiera
conocer tierras nuevas, rumbos nuevos,
nuevas constelaciones,
y levando sus anclas de obsidiana,
entre un fragor de nieblas y maizales
por tenebrosos mares
proa pusiera hacia mundos remotos,
hacia horizontes hondos como dudas,
inciertos como augurios,
amplios como el azar...
Y en una latitud inesperada
unos brazos de atlante
enamoradamente la acogieran,
y pacíficas aguas lo bañaran
ofreciéndola al sol y a la benevolencia
de otros dioses ignotos y lejanos,
y allí quedara para siempre, y fuera
poblada de hombres puros,
gentes de pies oscura, voz humilde,
negros ojos, limpio y alto mirar,
y con los siglos le nacieran pueblos
de nombres como gemas brilladoras
en los que eterna la esperanza ardiera:
Antigua, Sololá, Quetzaltenango,
Santa Cruz del Quicé...
Y preso en sus orillas, nuestro mar,
con sus islas sembradas de cenizas,
sepulcros de tritones y gorgonas,
harapientos trofeos,
viejas desolaciones,
quedara encadenado a sus leyendas,
con su nostalgia herida,
y con su ausencia a solas...

Antonio Porpetta

viernes, 19 de noviembre de 2010

Cuando Retornas

En la desolación del tiempo ausente,
en la tristeza que, de pronto, nace,
en tanto amor perdidamente muerto
inclemente se eleva un insomne cuchillo
que esparce por altas galerías
del renacido otoño sus nostalgias.

En los cantos rodados de su cauce
busco una piedra ardiente, un fuego mío
que habitara mi sangre en otro tiempo,
entonces llegas con el pelo al viento,
entonces gimes como fuera entonces,
entonces miro tu perfil desnudo,
tras miles de momentos renaciendo,
y vuelves a ser tú y yo retorno
a tus frutales labios y a tus besos,
y de nuevo las ansias nos despojan
de instantes y vestidos, entonces, ya
desnudos de nostalgias y de angustias,
nos inundan las aguas que clamaban,
que rompían las ventanas y las tapias.
Amada, ahora de nuevo entre mis brazos,
atravesando el polvo y la ceniza,
retornas inmortal, tiendes las manos:
y el amarillo contraluz del tiempo
esconde su derrota y su fracaso.
Manuel Parra Pozuelo

martes, 16 de noviembre de 2010

Navegante e Insomne

Anda sin rumbo y achicando llantos,
tensando trapos con la mano herida,
pues decidió marchar por espacios sombríos
donde juegan los monstruos con las cartas marcadas.
Se ha dejado arrastrar por las corrientes
que socavan, silentes, el misterio.
Mejor así. Sin duda, es conveniente y justo
que a quien eligió el viaje se le convierta el suelo
en continuo temblor, en fluyente camino,
en tremante marea que, salobre y rizada,
le recuerde que tiene vocación andariega
entre hielos y espumas.
Navega, pues, desde que la memoria
repobló sus absortas galerías,
ahítas de rencor, con los difuntos
que, ambulantes, esquivan el descanso
bajo la fría sombra de la piedra.
Pero es mejor así. Y, aunque grite socorro,
desea navegar entre viejos fantasmas
y no piensa en volver a tierra firme nunca,
pues ¿cómo marcharía por plazas y jardines,
cómo, por los salones, quien viene chorreante,
náufraga de la furia de los mares del norte,
mordida por las sombras, cubierta de salitre,
sin sextante ni brújula,
perdidos el timón y la bitácora...?
Paz Díez Taboada

La Partida

Nuestro sol declina
formando una cúpula en el espacio
¿Por qué las sombras son grises
apariciones convocadas al alba
fardo de ceniza arrojado contra el agua?

Sombras
Así recuerdo bajo las velas bogando
la rebosada panza de agua
la quilla enredada con los reflejos salados
batidos por los aletazos de los peces

Podría ser Odiseo de vuelta con Medusa
tras la pesca
la noche de un día difícil
la red sin una sola altizeja

Soy nada más el hombre a solas
que contempla este pequeño barco
RECUERDO DEL PUERTO DE VERACRUZ
antiguo mensaje en una botella
llegado intacto hasta mis islas

¿Por qué mi choza tiene máscaras
que cuelgan del techo y pronuncian sus voces remotas
cual si invitaran a la memoria
a lanzar sus guijarros contra el oleaje?

¿Por qué no encontré antes el instante
que rasga el espejo de la memoria
abriendo una grieta al agua?

Tenso el arco donde el sol declina
tenso como una linga de acero sobre un abismo
tenso sobre la combustión de una playa
donde habita la flor de las arenas

La historia dobla cada página como una débil mariposa
Cada invierno cada verano son reales
y amenazan con ser los últimos pero su belleza seguirá

Ahora que los hijos nos empujan
y el cuadro anudado con cinta tras la puerta
recuerda que el amarillo es sólo el color de la mañana
me siento a gozar privilegios de dolor y felicidad
reunidos en esa pequeña tachuela que sostiene la gavia de mi barco

Soy un hombre con el lecho roto
bajo los rayos del porvenir que ruge
un pedazo de arcilla, que quisiera su flor
y voy a donar mi libertad
para que el bien v el mal se trencen en mi lecho
como aquellos que sin conocerse
se besan desesperadamente
Miguel Huezo Mixco

Mirando el Aire

No tengo fuerzas para callar el silencio
las palabras mudas resuenan en mi interior

Sólo esa pedantería impasible
ata mi cuerpo a tu memoria
donde dos caballos alazanes
Tienen atados mis miembros
y ni quieres soltarme
ni dar la voz de ¡¡arre!!.

Donde lanzabas palabras al abismo
donde escribías palabras en el viento
Enjaulas tus sentimientos
ahorcas mis palabras
Sordo estoy por dentro

Que fue de aquel amor
Que un día fue poema
El mar se lo llevo y me quede con la condena
y ahora soy un péndulo caminante
que ahoga las penas en licor
mientras en la taberna
todos tienen la certeza
que no por más beber cerveza
Morirá este dolor

Hay mujer indomable, rebelde e incontrolable
que condenabas mis pasos
que sembrabas la malicia
preparabas mi fracaso
te olvidaste de quien soy
un alma buena que te recogió y amó
Y que sabrá llevar la pena

Moisés Guerrero

jueves, 7 de octubre de 2010

CUANDO TE BUSCA

Tras los arboles del monte poderoso
la gracia de un Dios se rasga en mil segmentos
el céfiro retoza juguetón con las hojas
tras el talle moldeado de la mañana…
trazando divergencias tras los cerros
la muerte incendia tardíos arrepentimientos
engalanada y comprometida la muerte
arrastra, coqueta, su traje blanco
Como si de una novia se tratara
buscando un amor sediento

el aroma de sus harapos
surcando en las profundidades de sueños,
buscando al desgraciado
va el maloliente aliento envuelto.

De nada sirven los rezos
cuando tras la cortina esconde su presencia

Responsable de tu vida
Tú sabrás si ha sido plena
huelga recomponer pretextos
arrepentirte de toda pena

Porque cuando ella se enamora
y te busca con impertinencia
no debes más que complacerla
y bailar el vals con ella

Siempre quedan cosas por hacer
Pero se acabo tu tiempo
Un segundo para recorrer, lo que has sido
Un segundo para pensar, si has sido querido
Si has sabido amar y has sido correspondido
Porque ella está esperando

¡¡¡Suelta la pluma ya!!!
Iremos paseando

Moisés Guerrero

jueves, 30 de septiembre de 2010

A BENICÁSSIM

Un día pensé, en hacer un escrito
En dejarte unas letras de agradecimiento
Simplemente expresar el sentimiento
De un aprendiz de literato.
Aunque me cuesta un poco expresar
Quizá por vergüenza ajena
El que los demás puedan pensar
Por quererte enarbolar y escribir este poema.
Benicàssim es mi hogar y sus gentes mi almohada
Simplemente agradecer
No penséis en la arrogancia
A todos los que he llegado a conocer
Dejarme compartir su estancia.
Doy gracias por haber nacido aquí
Arropado por montañas, Bañado por el mar
Impregnado de azahar y de tanta gente buena.
Aquí están mis amigos, para mí los mejores
Aquí enterraré a mis seres queridos
O me enterrarán los muy bribones.
Me gustaría dejar, una huella en el recuerdo
Y en cada paso soñar, que por ti puedo luchar
Demostrando mi agradecimiento.
El día que no esté aquí
Tú me recordarás, navegando por el mar
O perdido en el Desierto
Más yo quiero pensar que los carmelitas rezarán
Entre los muros del convento.
Contigo aprendí a querer
Guardaste mis secretos
Y aunque no me haya sabido explicar
Creo que entenderás mi temeridad
Al plasmar este movimiento.
Te pido perdón, por las letras de este escrito
Si no he sabido expresar mi emoción
Pero las palabras de un hijo
Se llevan en el corazón

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Poema 92 La Danza Macabra

Como un viviente, arrogante de su noble estatura,
Con su gran ramillete, su pañuelo y sus guantes,
Ella tiene la indolencia y la desenvoltura
De una coqueta flaca de porte extravagante.

¿Se vio alguna vez en el baile un talle más delgado?
Su vestido exagerado, en su real amplitud,
Se vuelca abundantemente sobre un pie seco que oprime
Un zapato adornado, bello cual una flor.

El frunce que juega al borde de las clavículas,
Cual arroyo lascivo frotándose en el peñasco,
Defiende púdicamente de las chanzas ridículas
Los fúnebres encantos que ella sabe ocultar,

Sus ojos profundos están hechos de vacío y de tinieblas,
Y su cráneo, con flores artísticamente peinado,
Oscila lánguidamente sobre sus frágiles vértebras,
¡Oh, encanto de un fantasma locamente emperifollado!

Algunos te tomarán por una caricatura,
Sin comprender, amantes ebrios de carne,
La elegancia sin nombre de tu humana armadura.
¡Tú respondes, gran esqueleto, a mi gusto más caro!

¿Vienes a turbar, con tu imponente mueca,
La fiesta de la Vida? o ¿algún viejo deseo,
Acicateando aún tu viviente esqueleto,
Te impulsa, crédula, al aquelarre del Placer?

¿Con el cantar de los violines, y las llamas de las bujías,
Esperas expulsar tu pesadilla burlona,
Y vienes a implorar al torrente de las orgías
Que refresque el infierno encendido en tu corazón?

¡Inagotable pozo de necedad y de errores!
¡Del antiguo dolor eterno alambique!
A través del retorcido enrejado de tus costillas
Yo veo, todavía errante, el insaciable áspid.

A la verdad, temo que tu coquetería
No alcance un precio digno de sus esfuerzos;
¿Quién, entre esos corazones mortales, alcanza la burla?
¡Los sortilegios del horror sólo embriagan a los fuertes!

El abismo de tus ojos, pleno de horribles pensamientos,
Exhala el vértigo, y los bailarines prudentes
No contemplarán sin amargas náuseas
La sonrisa eterna de tus treinta y dos dientes.

Empero, ¿quién no ha estrechado entre sus brazos un esqueleto,
Y quién no se ha nutrido de cosas sepulcrales?
¿Qué importa el perfume, el vestido o el tocado?
El que hace ascos demuestra que se cree bello.

Bayadera sin nariz, irresistible trotona,
Diles, pues, a estos bailarines que se hacen los ofuscados:
"Arrogantes galanes, pese al arte de los polvos y del colorete,
¡Exhaláis todos la muerte! ¡Oh, esqueletos almizclados!

¡Antinos marchitos, dandis de rostro glabre,
Cadáveres barnizados, lovelaces canosos,
El alboroto universal de la danza macabra
Os arrastra hacia lugares desconocidos!

Desde los muelles fríos del Sena a los bordes ardientes del Ganges,
El tropel mortal salta y se pasma, sin ver
La trompeta del Ángel en un agujero del techo
Siniestramente boquiabierto cual un negro trabuco.

En todo clima, bajo todo sol, la Muerte te admira
En tus contorsiones, risible Humanidad,
Y a menudo, como tú, perfumándose de mirra,
Mezcla su ironía a tu insensatez!"

viernes, 17 de septiembre de 2010

AMAR

Amar es una angustia, una pregunta,
una suspensa y luminosa duda;
es un querer saber todo lo tuyo
y a la vez un temor de al fin saberlo.

Amar es reconstruir, cuando te alejas,
tus pasos, tus silencios, tus palabras,
y pretender seguir tu pensamiento
cuando a mi lado, al fin inmóvil, callas.

Amar es una cólera secreta,
una helada y diabólica soberbia.

Amar es no dormir cuando en mi lecho
sueñas entre mis brazos que te ciñen,
y odiar el sueño en que, bajo tu frente,
acaso en otros brazos te abandonas.

Amar es escuchar sobre tu pecho,
hasta colmar la oreja codiciosa,
el rumor de tu sangre y la marea
de tu respiración acompasada.

Amar es absorber tu joven savia
y juntar nuestras bocas en un cauce
hasta que de la brisa de tu aliento
se impregnen para siempre mis entrañas.

Amar es una envidia verde y muda,
una sutil y lúcida avaricia.

Amar es provocar el dulce instante
en que tu piel busca mi piel despierta;
saciar a un tiempo la avidez nocturna
y morir otra vez la misma muerte
provisional, desgarradora, oscura.

Amar es una sed, la de la llaga
que arde sin consumirse ni cerrarse,
y el hambre de una boca atormentada
que pide más y más y no se sacia.

Amar es una insólita lujuria
y una gula voraz, siempre desierta.

Pero amar es también cerrar los ojos,
dejar que el sueño invada nuestro cuerpo
como un río de olvido y de tinieblas,
y navegar sin rumbo, a la deriva:
porque amar es, al fin, una indolencia.
Xavier Villaurrutia

miércoles, 25 de agosto de 2010

Adolescencia

Sentado en una roca en la orilla del mar
Vino a mi mente
Las cartas de invierno que me hacías llegar
Cartas llenas de recuerdos del verano
Cuando por la playa te cogía la mano
Y las olas borraban el pasar
Tenemos familias diferentes
Hemos crecido en otros ambientes
Y la madurez, nos hizo callar
No te he vuelto a ver
Y solo, allí sentado
Imaginaba el pasado
Y no conseguía recordar
Que fue lo que paso
Si fue la edad, lo que nos cambió
Si fue la responsabilidad
O el miedo de poderme a enamorar.
Moisés Guerrero

Bajo tu Capa

Por las noches me despierto
Y me quedo observándote
No eres el hombre que ame
Eres una bestia que no conozco
¿En qué te has convertido?
¿Por qué te aguanto?
Quiero creer que padeces una enfermedad
Que me pegas porque hago cosas mal
Pienso que algún día volverá
Aquel hombre que amé
Aquel ser afable y del que me enamoré
Pero al nacer el día
Vuelvo a despertar, vuelvo a la realidad
Me vuelves a pegar
No quiero que la gente hable mal
No soporto el qué dirán
Te daré otra oportunidad
No me vuelvas a pegar
Quiero ir a denunciar
Pero al llegar a la puerta
Mi cabeza no quiere entrar
Te daré otra oportunidad
Al llegar a casa me estás esperando
Cualquier día me matarás
Quizá en el telediario
Seré un número más…
Transcurridos unos días
Tuve la sensación de libertad
Una fuerte algarabía
Me hizo salir al balcón
Donde una mujer en el suelo yacía
Porque su marido la mató
No sé bien lo que decían
Todos gritaban mientras corrían
¿Por qué no denunció?
No entendía lo que decían
Hasta que pude ver que esa mujer
Esa mujer era … Yo.

Moisés Guerrero

viernes, 30 de julio de 2010

En la Calle

Como un espectador más
De los miles que te cruzas a diario
Pude ver en tu rostro el paso del tiempo
Las penas que has llevado
Y el suelo donde has dormido
Yo como todos, llegue a pensar en llevarte a mi casa
A cuidarte, darte de comer
Pero como a todos
Un pájaro me distrajo
Volví la cara hacia otro lado
Tus manos agrietadas envueltas en guantes rotos
Tu pelo alborotado cubierto por un velo
Tus harapos como herencia de una mala vida
Quedaron grabados en mi mente
Pero fui incapaz de reaccionar
Pensé en lo triste que es la vida
Lo cruel que es con los que se equivocan
En los dardos clavados como espinas
Por cada error tomado
Me paré a pensar como llegaste a este mundo
Quien te empujo a la calle
En lo hipócritas que somos
Cuando hablamos de erradicar el hambre
Cuando somos incapaces
De ayudar a nadie

Moisés Guerrero

miércoles, 28 de julio de 2010

Los Sueños

La mayoría de veces los sueños se cumplen
No basta con desearlos
Hay que buscarlos
Cuando ponemos nuestro empeño
Somos capaces de lograr cualquier cosa
No basta con desearlos
Hay que buscarlos
El tiempo que transcurre desde el deseo
Hasta la consecución
Es un tiempo precioso
Para dedicarlo a la preparación
Seguro que tienes gente a tu alrededor
Que te dicen que quieres picar muy alto
Diles a los pobres infelices
Que los sueños
No basta con desearlos
Hay que buscarlos
Nadie regala nada
Y el que da, lo recuerda
Con que tira de tu ingenio
Pierde tiempo en la manera
Fíjate un objetivo
Y veras lo conseguido
Ya me contaras en primavera
Que a la sombra de un olivo
Una moza te trajera
Todo lo que tú has pedido
No va a ser la manera
Que los sueños
No basta con desearlos
Hay que buscarlos

Moisés Guerrero

martes, 27 de julio de 2010

Mi Viaje ha sido Largo

Mi viaje ha sido largo. No lo lamento. A veces la senda se ha presentado oscura y peligrosa. Otras veces, alegre, salpicada por el sol. Ha resultado difícil más a menudo que fácil.
El camino ha estado lleno de riesgos desde el principio: el bosque era espeso; las montañas altas; la oscuridad aterradora. Y en todo trayecto, incluso entre la bruma, hubo un pequeño punto de luz, una diminuta estrella para guiarme.
He sido sabia e imprudente. Me han amado, y también traicionado y abandonado. Muy a mi pesar, he herido sin querer a otros, a quienes humildemente pido disculpas. Yo he perdonado ya a quienes me hicieron daño y rezo para que ellos me perdonen por haberles permitido que me lo hicieran. He amado mucho, entregado mi corazón y mi alma. Y aún profundamente herida, he continuado con ilusión, esperanza e incluso una fe ciega en el camino hacia el amor, la amistad y la libertad. El viaje continúa y ahora es más fácil que antes.
Deseo que aquellos de vosotros que seguís perdidos en la oscuridad encontréis compañeros de viaje que os traten bien. Que halléis refugios y claros en el bosque cuando lo necesitéis. Que encontréis aguas frescas para beber sin temor, aplacar vuestra sed y lavar vuestras heridas. Y que algún día os podáis recuperar.
Cuando nos crucemos, uniremos nuestras manos y nos conoceremos. La luz está allí esperándonos. Cada uno de vosotros debe continuar el viaje hasta encontrarla. Para alcanzarla necesitaremos determinación, fuerza, valor , gratitud, paciencia, y, por encima de todo sabiduría. Al final del camino, nos encontraremos a nosotros mismos y hallaremos la paz y un amor con el cual, hasta el momento solo hemos soñado.

Rosa Fores Cubertorer

Yo Pescador

Desee elevar el ánimo
Como el amantillo al tangón
Pasados ya cien días
Trasluchamos con tesón
Y en un mar de algarabías
Pasando ya cien días
Ha cambiado la expresión

Caza vela marinero
Y pon rumbo a puerto
Saca el ron, que está dispuesto
Y bebamos con alegría
Que favorables son los vientos
Para ver al alma mía

Mantén la caña firme
Y ciñe con elegancia
Que la mayor nos está indicando
Que hoy es día de ganancias
A todo trapo navegamos
Recortando las distancias

A lo lejos y bajo el faro
Se divisa una silueta
Mírame bien marinero
La alegría por las venas

Hija mía, ¡¡cuánto tiempo!!
Mil mares he surcado
Llevándote en el pensamiento
Y ahora deseo abrazarte
Y a tus brazos me encomiendo

¡¡Juro no volver a dejarte nunca!!

Pues no jures padre
Yo sé que el mar es tu vida
Y aquí tengo a mi madre
Que rezando noche y día
Te quiere más que a nadie
Moisés Guerrero

viernes, 23 de julio de 2010

A mi Madre

Me lleve un gran susto cuando sonó el teléfono
Apenas podía descifrar lo que sus palabras dibujaban
Como perro alerta intente captar
El desmembrado de las palabras que me advertían.

Un auxilio inminente necesitado de atención
Un grito proscrito, acentuaba mi curiosidad
El sol en lo alto y a media ración
Era testigo de sus argumentos

Corrí veloz, intente llegar
Aunque un enjambre de hora punta
Me trababa el destino
Sin desfallecer aceleré, esquive

Cuando estuve a tu lado, me tranquilicé
La gente corría mientras tú permanecías
Quieta, tranquila
Sabias que yo había llegado

Las críticas me llovieron por no haber estado antes
Pero tú estabas tranquila
Porque yo había llegado

Me juzgaron y me sentenciaron
Me apalearon y ejecutaron
Me sacaron al sol
Para exhibirme como un sin alma

Tú eres la única que lo sabe todo
Y la que siempre perdonas
Tú sabes que siempre y de algún modo
Para ir en tu ayuda, recojo alforjas.

Miradme mientras me criticáis
Y ved vuestra posición
Mañana mismo podríais estar
En mi misma situación

Yo hago lo que puedo
Como ángel solitario de tu destino
Ya sé que nunca es suficiente
Pero prometo que soy, tu único hijo.
Moisés Guerrero

lunes, 19 de julio de 2010

Mi lengua se Adormece

Llueve en el cuarto
en la playa de telas desoladas
llueve
sobre las sábanas blanquísimas
sobre mi carne que puede ser tan dulce

Más allá de la ventana puedo verte
y me consumo
aquí
donde relampaguea relumbran los gatos empapados
míralos encenderse irse en fuego
los ojos en los ojos
óyelos revolcarse mójate
que yo te mire
aunque imagine al mismo tiempo
algo que pudiera sustituirte
con ventaja

En la sombra estoy y tras las bardas
puedo ver las concubinas
en sus habitaciones consumiéndose
solitarios se hallan los jardines
espesados en aromas
puedo acercarme a sus espejos
enciendo los carbunclos

Ya nos acercamos al Cuarto Pimienta
Irritamos el recinto de los órganos maduros
donde los peces que relumbran
y las aves que vuelan y se miran
sobre las paredes rojas de tapices
pudieran las nereidas y sus pechos
los unicornios y sus vírgenes
ahí se estira un animal moreno
gozoso me empuja con su cuello
los dos nos vamos a lo tibio
y sientes mi lengua que te lame
eres fruta de mi mesa
estás quieto miras quieres ser mirado
somos el pan las perdices y los vinos
el comensal y el cocinero
paladeamos todo
contrarios al precepto que prohíbe derramar estrellas
en la arena
manamos de los líquidos febriles
hasta nuestras manos tibias
en las ingles
y las caderas en reposo

Pero ruedan ya las lunas sordas
y en la orilla los gatos se pasean
sopla el viento esta torre
de pájaros dormidos
donde llueve
donde el frío
donde nada te sustituye con ventaja.

Isabel Quiñones

El Sueño.

Maté la nube de mis pensamientos,
cedí terreno
a los pensamientos de la nube.

Predije con Apellinare las nuevas artes,
...advertí en un claro del bosque
otras manchas verdeclaras,
ardientes zonas en que pude establecer
una pausa encastillada,
labios que sonríen
en el espejo de la primavera.

Muchas cosas conspiré
con el domingo echado a mis pies,
con el tiempo sirviéndome de suelo
y el espacio, mi leal pareja,
aferrado a mis hombros para no caer.

Muchas veces mil veces
me hundí en sueños más sueños que los sueños,
al imaginarme cómo la golondrina corta,
con la tijera azul de la cola,
ciertas cosas ciertas:
pinos, sauces, tilos
contemplados al trasluz.

Confesé a medio mundo
que ésta es mi hora y no es mi hora,
que todo depende y no depende,
que mis pies han bailado
desde antes de saber andar.

No pude permanecer
ni seguir adelante
ni volverme atrás:
la sola solución fue despertar.

viernes, 16 de julio de 2010

He Comprendido

He comprendido que para amar a otro,
Antes tenía que amarme a mí misma.
No obstante, persiste la idea de que amarse a uno mismo
Es un sentimiento egocéntrico, infantil, destructivo...

Pero la lógica nos dice que sólo podemos ofrecer lo que poseemos
Y que lo máximo que poseemos es nuestra capacidad de dar...
Cuando me refiero al amor,
Me refiero a ese amor que nada tiene que ver con lo carnal,
Me refiero a un amor espiritual, incondicional...

Sin esperar nada a cambio...
Esto no significa tener que hacer balance
De quién hizo qué y quién hizo más.
Habrá ocasiones en que daremos más de lo que nos dan,
Pero habrá momentos en que necesitaremos y
Recibiremos más de lo que nosotros somos capaces de dar.

Contar los tantos implica una competición deportiva,
No una mutua relación de apoyo.
El verdadero amor requiere dar a la otra persona
Sin pensar quién se queda la mejor parte...


Amparo Zarzoso.

En Mis Manos

En mis manos brota la esperanza, de ella yo he de vivir,
mas si se volviera viajera, dejadme pues morir.
No es que morir quisiera......resurge ansia de vivir!!
Con ella comparto la espera..... Con ella he de seguir.
Hay pobre rozadera!! Cuan ganas quisiera.....la esperanza asir.

Mª José Blanco Mora.

Di Mi Pasión

Di mi pasión a un amor absurdo,
di mi cuerpo a un amor desnudo,
di mi vida a otra vacía
pero lo que nunca te di
es mi alma que no está perdida.

Mª Rosa Torres Alonso.

Son Mis Ojos

Son mis ojos
-esta vez ciegos-
los que se precipitan
al fondo de los silencios.

Nadaescomoes Amigo.

Bien Venido Sea

¿Eres Tú la Tsunami pura y blanca,
que soñaron los patriarcas y entrevieron los profetas?
Aunque atruene tierra y cielos el acorde que se arranca
de los astros y las plumas de los santos y poetas,
para darte el parabién,
no despiertes, Niña blanca;
duerme bien.

Las mujeres que tenidas son por fuertes;
los patriarcas, los profetas;
los que, ciegos de llorar, van extraviados;
los poetas...
todos juntos volverán, cuando despiertes,
para darte el parabién,
con las ansias de los justos y el amor de los collados.
Duerme bien.

Puede ser que estés cansada;
bien pudiera ser.
Fue tan larga la jornada...
¡Sobre todo para una mujer!...

Porque vienes de muy lejos. Sé que nada
antes del tiempo existía, y ya estaba tu verdad
graciosamente jugando ante Dios. Esa verdad
lo declara y dice todo: ¡Vienes de la eternidad!...



Alfredo Palencia

A Veces Navego

A veces navego
Y pienso que estas a mi lado,
Deseo tenerte en la soledad del mar
Solo para mí.

Imagino un agua cristalina,
La mirada en el horizonte
Cogiéndote la mano
Mientras la brisa se rompe.

A veces navego
Y escucho al mar,
El me dice que te olvide
Pero no te puedo olvidar.

A veces navego
Y surco los vientos
Escorando el barco
De mi enfermedad

A veces navego
Y desde mi cama acepto
Que cojas el barco
De la libertad.



Moisés Guerrero.